top of page

La Misericordia


Proverbios 3:3 Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad; Átalas a tu cuello, Escríbelas en la tabla de tu corazón; 4 Y hallarás gracia y buena opinión ante los ojos de Dios y de los hombres.

Mateo 5: 7. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.

Misericordia. Virtud que inclina el ánimo a compadecer las miserias ajenas y a tratar de aliviarlas debidamente. Más vale virtud que riqueza. Nosotros debemos de tener en todo tiempo, un corazón bien dotado de misericordia. Jamás debe de apartarse de nosotros la misericordia, se nos aconseja que la atemos a nuestro cuello, como el hombre que pone en él un collar.

Vamos a ver como procede una criatura desprovista de la misericordia.

Juan 8:1-10 ¿Cuál hubiera sido la suerte de la mujer adúltera si la hubieran llevado ante una persona como ellos? Ellos no tenían misericordia, por eso exigían castigo para la mujer que había sido sorprendida en el lecho adulterando. Le pidieron al Señor que diera su veredicto sobre aquella mujer, pero el Señor no era un ser inhumano, tampoco era insensible.

Viviendo en la ley, ésta los facultaba para apedrear a aquella mujer infiel. El Señor, en vez de dar una sentencia conforme a la ley, le da una oportunidad. Así actúa el hombre en cuyo corazón habita la misericordia. Cuando el Señor les dice: “el que de vosotros esté sin pecado, arroje la piedra el primero”, da a entender que como ella, los demás también tenían defectos. Sin embargo, el ser carente de misericordia, se siente perfecto, ignorando que todos ofendemos muchas veces y de muchas maneras.

Santiago 3:2 Todos ofendemos muchas veces. (Santiago 2: 13)

No hay hombre que haga el bien y nunca peque. Si para el pecador no hubiera oportunidad después de que él ofende a Dios, no hubiera puesto el señor el Ministerio de la Reconciliación. No ha puesto Dios como responsable de ese Ministerio a un hombre insensible, cruel e inclemente, sino a un ser sensible, compasivo, misericordioso. Nosotros debemos de imitarle.

¿Qué hace el misericordioso con el caído? Gálatas 6:1. En cambio, el inclemente, el cruel, lo condena, sin pensar que él puede llegar a estar en la misma situación el día de mañana, y que así como él midió, también será medido. Estamos bajo la sombra de un apóstol y no hay que ser semejante al hermano del hijo pródigo, que en vez de alegrarse por el retorno de su hermano, sintió malestar, se enojo muchísimo porque su padre celebraba en grande aquel acontecimiento. La misericordia es una virtud que se ocupa para compadecernos de los que están en desgracia. Los religiosos del mundo, católicos y evangélicos, son personas dignas de lástima. No porque lean la Biblia, porque se reúnan en un templo a cantar y a orar, vamos a dejar de preocuparnos por ellos. Hay que estar concientes de su triste situación.

Judas 23 A otros salvad, arrebatándolos del fuego; y de otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne.

Hay que aproximarnos a ellos para salvarlos, pero tomando las debidas precauciones. No por salvarles vamos a poner en riesgo nuestra alma. Los médicos que van a tratar de salvarle la vida a un enfermo contagioso, para protegerse del contagio, usan máscaras, guantes, gorros, etcétera.

Marcos 6: 34 Y salió Jesús y vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas que no tenían pastor; y comenzó a enseñarles muchas cosas.

La verdadera misericordia no sólo se conduele de las miserias ajenas, sino que de inmediato actúa. Él no se quedó con los brazos cruzados, diciendo: ¡pobrecitos! Él actuó diligentemente, proporcionándoles la enseñanza, para sacarlos de donde estaban y trasladar a esas almas a un lugar donde sí había un pastor para ellos. Que en nosotros no se repita la historia del sacerdote y del levita, que siendo religiosos, actuaron como irreligiosos con aquel samaritano que estaba postrado en el camino, urgido de ayuda. No se condolieron de él, lo abandonaron, aún sabiendo que podía morirse.

Proverbios 22:9 El ojo misericordioso será bendito, porque dio su pan al indigente. Hay varias clases de indigentes, pero aquí nos vamos a referir al indigente espiritual. Cuántos estaremos como el rico y su insensibilidad, él lo tenía todo, pero el mendigo que estaba a la puerta de su casa no tenía nada y dice que ansiaba saciarse de las migajas, no dice que le echara las sobras, porque entonces no hubiera ansiado nada.

Posts Destacados
Posts Recientes
Búsqueda por Tags
Conéctate
  • Google+ Long Shadow
  • Facebook Long Shadow
  • LinkedIn Long Shadow
  • Twitter Long Shadow
bottom of page