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La Generosidad


Generosidad: es la virtud que nos dispone a dar. ¿Qué es lo que vamos a dar? Dar lo que podemos, lo que tenemos; lo que está a nuestro alcance: lo que nuestro corazón nos impulsa; lo que sentimos en el alma; ya sea de nuestros bienes materiales, dinero, o nuestras fuerzas, o nuestro talento intelectual, nuestro conocimiento; nos dispone a dar hasta nuestra propia vida con tal de agradar a nuestro Dios.

El generoso no esta pensando en ser recompensado en esta vida, sino en la venidera, porque en su corazón abriga una esperanza de premiación celestial.

Filipenses 3:14 Prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.

El generoso es bendecido en esta vida presente y en la venidera, pues la generosidad tiene promesas materiales y espirituales.

Lucas 18:28-30 Entonces Pedro dijo: He aquí, nosotros hemos dejado nuestras posesiones y te hemos seguido. 29 Y él les dijo: De cierto os digo, que no hay nadie que haya dejado casa, o padres, o hermanos, o mujer, o hijos, por el reino de Dios, 30 que no haya de recibir mucho más en este tiempo, y en el siglo venidero la vida eterna.

Mateo 19:29 Y cualquiera que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por mi nombre, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna.

Isaías 32:8 Pero el generoso pensará generosidades, y por generosidades será exaltado.

Ejemplo de generosidad la iglesia de Macedonia, estando en gran prueba de tribulación, en una profunda pobreza; dieron conforme a sus fuerzas y más allá de sus fuerzas:

Manifestaron riqueza de generosidad; para ellos fue un privilegio el haber dado; y se gozaron al dar lo que dieron; lo hicieron con agrado; sus corazones quedaron llenos de felicidad por la obra que habían realizado.

2ª Corintios 8:1-5 Asimismo, hermanos, os hacemos saber la gracia de Dios que se ha dado a las iglesias de Macedonia; 2 que en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y su profunda pobreza abundaron en riquezas de su generosidad. 3 Pues doy testimonio de que con agrado han dado conforme a sus fuerzas, y aun más allá de sus fuerzas, 4 pidiéndonos con muchos ruegos que les concediésemos el privilegio de participar en este servicio para los santos. 5 Y no como lo esperábamos, sino que a sí mismos se dieron primeramente al Señor, y luego a nosotros por la voluntad de Dios.

Con el ejemplo de generosidad de la iglesia de Macedonia, el apóstol exhortaba a la iglesia de Corinto, para que también ellos hicieran lo mismo; despertaran ese don de generosidad para obrar las obras que agradan a Dios.

2ª Corintios 9:5-8 Por tanto, tuve por necesario exhortar a los hermanos que fuesen primero a vosotros y preparasen primero vuestra generosidad antes prometida, para que esté lista como de generosidad, y no como de exigencia nuestra. 6 Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. 7 Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. 8 Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia,

a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra.

La generosidad fue practicada por el pueblo de Israel, cuando Dios ordenaba el realizar una ofrenda; lo que Dios pedía lo daban espontáneamente, sin limitación, sin mezquindad, sin miseria; lo dieron con todo amor y voluntad.

Éxodo 35:4-10 Y habló Moisés a toda la congregación de los hijos de Israel, diciendo: Esto es lo que Jehová ha mandado: 5 Tomad de entre vosotros ofrenda para Jehová; todo generoso de corazón la traerá a Jehová; oro, plata, bronce, 6 azul, púrpura, carmesí, lino fino, pelo de cabras, 7 pieles de carneros teñidas de rojo, pieles de tejones, madera de acacia, 8 aceite para el alumbrado, especias para el aceite de la unción y para el incienso aromático, 9 y piedras de ónice y piedras de engaste para el efod y para el pectoral. 10 Todo sabio de corazón de entre vosotros vendrá y hará todas las cosas que Jehová ha mandado:

Practicar la generosidad es descubrir que entre más damos más recibos del Señor. Por eso dice:

Proverbios 11:25 El alma generosa será prosperada; Y el que saciare, él también será saciado.

Como una regla fue ordenado por el apóstol Pablo, que cada hermano fuese dadivoso y generoso para las buenas obras. Pues de esta manera se estaban enriqueciendo en el reino de los cielos.

1ª Timoteo 6:18 Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos.

Esta virtud vence al pecado de AVARICIA.

Lucas 12:13-21 Le dijo uno de la multitud: Maestro, di a mi hermano que parta conmigo la herencia. 14 Más él le dijo: Hombre, ¿quién me ha puesto sobre vosotros como juez o partidor?

15 Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee. 16 También les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había producido mucho. 17 Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos? 18 Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; 19 y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate. 20 Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será? 21 Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios.

La generosidad es un fruto de un corazón noble y compasivo. Su práctica va descubriendo que nunca hay perdida solo ganancia.

Practicar la generosidad ejercita al corazón noble, y cuanto más se da, más se recibe.

Cada uno tiene siempre algo para dar a Dios. Esto puede ser dinero, talento, tiempo, perseverancia, servicio. La generosidad es una virtud que nos eleva y nos pone en sintonía con nuestra esencia divina.

La generosidad actúa en favor de otras personas desinteresadamente, y con alegría, teniendo en cuenta la utilidad y la necesidad de la aportación para esas personas, aunque le cueste un esfuerzo.

Motivos para ser generoso

Por todo lo que hemos dicho, es evidente que la persona necesita motivos para esforzarse a ser generoso. Tiene que utilizar su voluntad en serio y orientarlo con su razonamiento.

Lucas 18:18-25 Un hombre principal le preguntó, diciendo: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? 19 Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo Dios. 20 Los mandamientos sabes: No adulterarás; no matarás; no hurtarás; no dirás falso testimonio; honra a tu padre y a tu madre. 21 El dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. 22 Jesús, oyendo esto, le dijo: Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme. 23 Entonces él, oyendo esto, se puso muy triste, porque era muy rico. 24 Al ver Jesús que se había entristecido mucho, dijo: ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas! 25 Porque es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios.

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