¡La Verdad Os Hará Libres!

Juan 8:31-32 Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; 32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.

Verdad: El término verdad se usa frecuentemente para significar el acuerdo entre una afirmación y los hechos o la realidad a la que dicha afirmación se refiere o la fidelidad a una idea.

El uso de la palabra verdad abarca asimismo la honestidad, la fe y la sinceridad humana en general; también el acuerdo de los conocimientos con las cosas que se afirman como realidades: los hechos o la cosa en particular; y finalmente, la relación de los hechos o las cosas en su totalidad en la constitución del Todo, el Universo.

Para el hebreo clásico el término emuná significa primariamente «confianza», «fidelidad». Las cosas son verdaderas cuando son «fiables», fieles porque cumplen lo que ofrecen.

El término hebreo ’eméth, a menudo traducido “verdad”, puede designar aquello que es firme, digno de confianza, estable, fiel, un hecho veraz o establecido.

Desde la perspectiva filosófica, hay tres maneras simples de definir la verdad:

1. Verdad es lo que corresponde a la realidad.

2. Verdad es lo que concuerda con su objetivo.

3. Verdad es simplemente decirlo tal como es.

Libres: La Libertad es la capacidad de la conciencia para pensar y obrar según la propia voluntad de la persona, pero en sujeción a un orden establecido. Libertad es sentirse libre de culpa, de pena y de juico; es cuando la persona no tiene de que temer ni a quien temer por cuanto su mente, conciencia y memoria no registra haber cometido agravio alguno.

Es el estado de libertad que disfruta una persona, circunstancias o condiciones de quien no es esclavo, ni sujeto, ni impuesto al deseo de otros de forma coercitiva.

Juan 8:33-36 Le respondieron: Linaje de Abraham somos, y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: Seréis libres? 34 Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. 35 Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre. 36 Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.

La libertad espiritual por bendición de nuestro Dios y de nuestro Señor Jesucristo, la recibimos el día en que fuimos bautizados, quitó de nosotros Culpa, Pena y Juicio; pero nos dejó viviendo en un mundo en el que peligramos en todo momento de volver a ser esclavos, o perder esa gloriosa libertad de hijos de Dios.

Isaías 61:1-3 El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; 2 a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados; 3 a ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya.

Lucas 4:16-21 Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer. 17 Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito: 18 El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; 19 A predicar el año agradable del Señor, 20 Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él. 21 Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.

¿Cuándo perdemos esa gloriosa libertad? Cuando le damos lugar al egoísmo, al pleito, a la avaricia, a la mezquindad, a la hipocresía, a la envidia, a la malicia, a la lujuria, al desenfreno, a la murmuración, a la pereza, a la irresponsabilidad, a los deberes que tenemos con Dios.

Es entonces cuando Dios vuelve a llamar a un examen, a una meditación sobre nuestro caminar, a una revisión de nuestra conducta y a la decisión de cambiar.

Isaías 58:6-12 ¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo? 7 ¿No es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes albergues en casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu hermano? 8 Entonces nacerá tu luz como el alba, y tu salvación se dejará ver pronto; e irá tu justicia delante de ti, y la gloria de Jehová será tu retaguardia. 9 Entonces invocarás, y te oirá Jehová; clamarás, y dirá él: Heme aquí. Si quitares de en medio de ti el yugo, el dedo amenazador, y el hablar vanidad; 10 y si dieres tu pan al hambriento, y saciares al alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será como el mediodía. 11 Jehová te pastoreará siempre, y en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos; y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca faltan. 12 Y los tuyos edificarán las ruinas antiguas; los cimientos de generación y generación levantarás, y serás llamado reparador de portillos, restaurador de calzadas para habitar.

Existen espíritus malos que vienen a coartar nuestra libertad, hay espíritus de enfermedad material y espiritual, cuando estos espíritus se apoderan de nosotros nos doblegan, nos atan, nos privan, nos encadenan, nos restringen y hasta nos humilla. Pero hay que liberarnos de ellos.

Ejemplo de enfermedad material.

Lucas 13:10-13 Enseñaba Jesús en una sinagoga en el día de reposo; 11 y había allí una mujer que desde hacía dieciocho años tenía espíritu de enfermedad, y andaba encorvada, y en ninguna manera se podía enderezar. 12 Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, eres libre de tu enfermedad. 13 Y puso las manos sobre ella; y ella se enderezó luego, y glorificaba a Dios.

Ejemplo de enfermedad espiritual.

Salmo 77:10 Dije: Enfermedad mía es esta; Traeré, pues, a la memoria los años de la diestra del Altísimo.

Salmo 73:2-3 En cuanto a mí, casi se deslizaron mis pies; Por poco resbalaron mis pasos. 3 Porque tuve envidia de los arrogantes, Viendo la prosperidad de los impíos.

Versículo 17 Hasta que entrando en el santuario de Dios, Comprendí el fin de ellos.

Versículo 22 Tan torpe era yo, que no entendía; Era como una bestia delante de ti.

Pero hoy para nosotros viene un día de gran liberación, es día más importante de nuestro caminar, la celebración de nuestra Santa Cena, en la que el libertador estará con nosotros, liberándonos de todas nuestras culpas, penas, y juicos que se halle para nosotros.

Al pueblo de Israel Dios le levantaba libertadores, cuando ellos por alguna razón habían caído en manos de sus adversarios, estos libertadores venían a liberarlos de la situación en que habían caído; y volvían a ser libres, a vivir nuevamente en comunión y libertad y tranquilidad.

Jueces 3:9 Entonces clamaron los hijos de Israel a Jehová; y Jehová levantó un libertador a los hijos de Israel y los libró; esto es, a Otoniel hijo de Cenaz, hermano menor de Caleb.

Nehemías 9:27 Entonces los entregaste en mano de sus enemigos, los cuales los afligieron. Pero en el tiempo de su tribulación clamaron a ti, y tú desde los cielos los oíste; y según tu gran misericordia les enviaste libertadores para que los salvasen de mano de sus enemigos.